Tendría como 13 años, una noche sentado en el patio de la casa de mis padres contemplando la luna detrás de un distante árbol y las estrellas más allá de la luna.
Me percato por primera vez que soy, que yo existo.
Me vino a la mente: “estoy aquí sentado y tengo 13 años, el árbol tendrá unos 60 años, la luna y los astros millones y millones de años, sin embargo aquí estamos en sintonía“.
Revelación que me emociono eufóricamente por varios días hasta que me pregunte ¿y para que estoy?
Esta pregunta/duda me hundió en un abismo por más de 40 años.
Aun no la puedo contestar al 100%, tengo una idea, pero sigo buscando.
* el titulo me lo adjudique de un poema de Raquel Olmedo
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