Me dicen que la primera vez que vi un payaso llore (antigua plaza de toros de madera que comentan la quemo un vicioso o un cacique para su beneficio).
En algún espacio de mis primeros recuerdos creo verme llorando y asustado al verlos.
Detestaba los payasos en mi niñez cuando amenizaban en una piñata, me parecían demasiados simples, infantiles y sin filo.
Townshend menciona que despertó después de una extensa juerga sintiéndose como un payaso moribundo.
Concuerdo yo también lo he experimentado.
Tuve la muy buena idea de buscar el antónimo de esto, encontré algo abominable:
- Soso Vivo >> viviendo y sin sabor (chupado, la muerte viva)
- Insustancial Resucitado >> vida seca pero resucitada, no mames resucitar la mierda
No se si llorar o reír, algo me dice que mi soberbia inflada me llevo desde muy pequeño a una vida chupada de sana emoción y amor, lo que pensaba era inapetecible no lo era, y me convertí en eso detestable.
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