Ayer vi:
• la belleza de la vida y sus “posibles posibilidades” en el rostro, resplandor y toda la existencia de mi sobrina nieta I.
• mi pequeñez y las limitaciones de mis acciones, y no aceptar lo mismo de los demás.
• a Dios y A responderme como se los pedí, pateándome el trasero cuando me hablan y no los escucho.
• cada vez que creo que avanzo, me doy cuenta de que tan atrasado estoy.
• que es hora de enfriar motores, soltar los lastres que cargo para hacer la labor que Dios y A tienen para mí, sobre todo para aportar a I y las personas de valor en mi vida.
• y no sé qué es lo que no vi.
Mucho que digerir y meditar, me voy a dormir.
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