Haciendo tiempo para que concluyera un trámite legal en Cd. Victoria visité una librería.
En ese entonces me gustaban los libros de Spota.
No se me olvida, lo presencie (no es cuento de segunda mano), una persona que tenía toda la finta de ser chofer y/o guarura le dijo al encargado de la librería que quería comprar 3 metros de libros.
De preferencia las cubiertas fueran de piel y el contenido o tema no importaban.
Así ha de haber sido el puesto/hueso que recibió su patrón.
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